Al caer de la tarde sobre tus espaldas
El invierno es solo olvido, la luz del
sol
Se asemeja a un destello solamente
Cuando tu belleza se hace presente
Con tu sonrisa amplia y tu mirada cae
Sobre mí como un cometa.
En el esplendor de tu voz la claridad
Su hace canción y tu canto lo llena
todo
En tu boca los besos se hacen dulzura
Cuando se deshacen al alcanzar mi cielo.
Con el brillo naciente de tus ojos
Aquí y en el infinito podre alcanzar
Bajo el latido imperceptible en que
Se desenvuelve mi alma como una hoja
Una imagen clara y armónica
De las cosas que existen bajo tu luz
Y se hacen otra forma, otro sonido,
Otro peso en la solemnidad de tus ojos.
14
de mayo, 15:19
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